En estos años aumentó notablemente el tráfico automovilístico, lo que llevó a mejorar la red viaria de la ciudad: se abrió la avenida Meridiana, se construyó el primer cinturón de ronda (ronda del Medio) y se planificó el segundo, se inició la construcción de aparcamientos subterráneos y se amplió la red de autopistas gracias al proyecto de red arterial de 1962, con un conjunto de autopistas radiales que partían de Barcelona en varios ejes (Vallés, Llobregat, Maresme).