Los entrenadores tienen a su disposición un tiempo muerto de 60 segundos en cada uno de los periodos. El tiempo de descanso para los jugadores será como máximo de 15 minutos. Los jugadores penalizados con dos tarjetas amarillas o una roja, serán expulsados y no podrán seguir jugando el partido. Por norma general, las faltas y los penaltis funcionan de la misma forma que en el fútbol 11. Sin embargo, una vez que un equipo comete cinco faltas en una sola mitad, todas sus infracciones posteriores supondrán el lanzamiento de un tiro libre por parte del rival desde el punto de doble penalti, a diez metros de la portería.