Además, como se ha explicado anteriormente, la renovación de Messi hubiese computado como fichaje a efectos de inscripción, por lo que también debía seguirse la regla del 1×4. Y con las cifras salariales que maneja el argentino, era una quimera obtener los ahorros necesarios para su inscripción. El Barcelona planteó un contrato de cinco años en el que Messi solo jugaría en el club en las dos primeras.