La federación inglesa tomó cartas en el asunto y obligó al modesto club a eliminar la publicidad. Dougan. Frente a la prohibición, el club decidió poner ‘Kettering T’, afirmando que la ‘T’ era relativa a town. Hoy sería impensable que cualquier organismo futbolístico pusiera trabas a la entrada de publicidad en una era en la que hasta los estadios han cambiado sus nombres por los de empresas. El equipo recibió una multa de 1.000 libras por su insolencia.